Ya tenían dominados la técnica y el equilibrio. Ahora lo terminan de conseguir con las emociones. Las de los demás. Bases compenetradas como la selección de dobles en tenis y guitarras que parecen seres vivos. Voces que se deslizan, complementos perfectos, completitud. Ya hace semanas que nos dieron la bienvenida a las inquietantes Sociedades Ficticias. Después nos entregaron Dolor con sentido del humor, nuevo hit emocional (sic RDL, D.E.P.) que nos muestra esa tabla de salvación cotidiana que nos ayuda a muchos a sobrellevar la existencia. Ahora conoceréis al fantasma del Gran Controlador, con sus espadas, brillantes en los estribillos, en lo alto, en una suerte de harakiri mental, para luego precipitaros sin remedio a Dos inercias: rifs de bajo resistentes y el ángel exterminador sobrevolando el local de ensayo. Y después, cuidado con El insigne insomne: es la nana que no os dejará dormir. Desde hace nada tenemos también ese regalo que es Cien años, con esos pedales que exprimen y expanden las notas, las estiran. Es una canción como de retro ciencia ficción con una melodía que más que transcurrir, parece que ruede (por las circunvoluciones). También hay distracciones y autocompasión -una vez más- en Perdido. Como que algo de soul despistado parece que tiene, diría… Y viajes a viejas emociones, como las de la nostalgia del futuro -que decía aquel- en El mejor coche del garaje. Revisitando el siglo XX, también musicalmente. Y luego está Valeria, exjugadora de hockey sobre patines, que dice que la vida no es tan corta como dicen y que son mejores los finales con fuerza (Valeria dice). Os dejo, me quedo escuchando. Romper ahora este hechizo es inútil, me rindo. (texto por Isabel León)
divendres, 13 de novembre del 2020
BURRITO PANZA. Autosabotage
Ya tenían dominados la técnica y el equilibrio. Ahora lo terminan de conseguir con las emociones. Las de los demás. Bases compenetradas como la selección de dobles en tenis y guitarras que parecen seres vivos. Voces que se deslizan, complementos perfectos, completitud. Ya hace semanas que nos dieron la bienvenida a las inquietantes Sociedades Ficticias. Después nos entregaron Dolor con sentido del humor, nuevo hit emocional (sic RDL, D.E.P.) que nos muestra esa tabla de salvación cotidiana que nos ayuda a muchos a sobrellevar la existencia. Ahora conoceréis al fantasma del Gran Controlador, con sus espadas, brillantes en los estribillos, en lo alto, en una suerte de harakiri mental, para luego precipitaros sin remedio a Dos inercias: rifs de bajo resistentes y el ángel exterminador sobrevolando el local de ensayo. Y después, cuidado con El insigne insomne: es la nana que no os dejará dormir. Desde hace nada tenemos también ese regalo que es Cien años, con esos pedales que exprimen y expanden las notas, las estiran. Es una canción como de retro ciencia ficción con una melodía que más que transcurrir, parece que ruede (por las circunvoluciones). También hay distracciones y autocompasión -una vez más- en Perdido. Como que algo de soul despistado parece que tiene, diría… Y viajes a viejas emociones, como las de la nostalgia del futuro -que decía aquel- en El mejor coche del garaje. Revisitando el siglo XX, también musicalmente. Y luego está Valeria, exjugadora de hockey sobre patines, que dice que la vida no es tan corta como dicen y que son mejores los finales con fuerza (Valeria dice). Os dejo, me quedo escuchando. Romper ahora este hechizo es inútil, me rindo. (texto por Isabel León)
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